Los instrumentos de viento generan sonido por una columna de aire vibrante, ya sea con una caña con los labios de un músico. En general, al estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los instrumentos en 4 familias: viento, cuerda, percusión y los instrumentos eléctricos (creados por el humano hace aproximadamente cincuenta años).
Cabe delimitar que esta clasificación se orienta eminentemente a los denominados instrumentos de orquesta, lo que excluye a un conjunto de elementos que no entran en tal clasificación, razón por la que determinados especialistas en la materia han ampliado la clasificación con hasta tres categorías extras, como es el caso de los teclados, la voz y los instrumentos electrónicos.
Se subdividen en aerófonos de columna (constan de un cilindro sonoro cuya columna aérea actúa como cuerpo sonoro y determina la frecuencia de los sonidos emitidos más que el dispositivo de excitación) y aerófonos libres (la frecuencia del sonido depende del dispositivo que excita la columna masa de aire, que actúa solo como resonador).
Los instrumentos de cuerda son todos cordófonos. Cuando la cuerda es pulsada, esta pasa la vibración a la membrana, que vibra para dar el sonido. Los instrumentos de viento aerófonos son una familia de instrumentos los que se producen el sonido por la vibración de la masa de aire en su interior, sin precisar cuerdas membranas por el hecho de que solo requiere de la vibración del aire.
Hoy día, lo más frecuente en occidente es encontrarse con la clasificación basándonos en las características propias de cada instrumento, es decir, instrumentos de viento, instrumentos de cuerda e instrumentos de percusión. El sonido es producido a través de una varias cuerdas en tensión.
Los instrumentos de teclado pueden ser cordófonos, aerófonos, idiófonos electrófonos. El sonido en estos instrumentos se produce por la vibración de los labios en una boquilla metálica en forma de copa, que genera la frecuencia acústica. El caso de los instrumentos musicales no escapa a esta aproximación.
Los instrumentos de viento de madera, que van desde saxofones hasta flautas y clarinetes, constituyen una parte notable de no solo una orquesta clásica, sino también bandas de otros géneros musicales. Estos instrumentos se subdividen en instrumentos de borde y también instrumentos de tipo trompeta de acuerdo con la manera en que generan el tono.